martes, 16 de noviembre de 2010

La entrevista.


A lo largo de mi vida laboral, he pasado por tres entrevistas y todas ellas han tenido un resultado gratificante.

De las tres voy a destacar la que más me llamó la atención,  debido a que el entrevistador  la había preparado muy bien, al tipo de preguntas que me hizo, el lugar donde se realizó, etc.  Fue la entrevista que realicé para el puesto de vendedora deportiva en Decathlon.  Deje mi currículum en su página web, porque iban a abrir un centro en mi ciudad. Me enteré de esta nueva apertura a través una valla publicitaria que estaba ubicada en un lugar  por donde suelo pasar. Fue mi primer contacto con esta empresa, ya que no conocía nada de ella ni a nadie que trabajara en ella. 

Antes de insertar mi currículum me aseguré de que todo estuviera correcto, añadí datos que creí que eran de interés para este puesto, como que tenía experiencia en atención al cliente, ya que había trabajado durante 6 años en una tienda de regalos, complementos y decoración. Aunque no se trataba de la misma categoría de productos, lo importante era resaltar que había trabajado de cara al público.

Como no tenía conocimiento de la empresa  acudí a internet para obtener más información, sobre todo de la historia de la empresa, de su funcionamiento, su sentido de empresa…, con el objetivo de ir lo más preparada posible.

Para mi sorpresa no tardaron en llamarme y me citarón en las nuevas instalación un lunes por la tarde las 17:00h. Me dijeron, puesto que la tienda estaba todavía cerrada al público, que entrase por la parte trasera de la tienda.

Tras recibir esta llamada, me dispuse a buscar qué ponerme para asistir a la entrevista. Me decidí por unos vaqueros ajustados, una camiseta arreglada pero informal, una rebeca, unas merceditas y en cuanto al maquillaje, decidí que lo mejor era ir ligeramente maquillada. Me probé la ropa varias veces antes de la entrevista para comprobar que me quedaba bien, que me sentía segura con ella y que los colores no eran ni muy llamativos ni muy apagados.

Cuando llegué y entre en la tienda, había gente montándola, colocando productos, ect, eran mis posibles futuros compañeros. A los 15 minutos de esperar, se me acercó una chica, se me presentó y me dijo que la acompañara. Nos dirigimos a las oficinas y entramos a una sala pequeña, con las paredes blancas, acondicionada con una mesa, dos sillas y un ordenador. Yo llevaba una carpeta con un currículum impreso, unas fotocopias de mi DNI, unas fotos tamaño carnet…, por si fueran necesarios. Nos sentamos y se presento formalmente, me comentó el tiempo que llevaba trabajando en Decathlon. Ahora me tocaba a mí, me tenía que presentar, contarle mi vida desde los 18 años, cuál era mi experiencia profesional, mis aficiones y porqué quería trabajar en Decathlon. Estaba nerviosa, pero creo que en ningún momento los exterioricé. Desde mi punto de vista, respondí a las preguntas con una actitud firme y segura. Fue una entrevista de unos 45 minutos muy satisfactoria, ya que la entrevistadora tuvo un trato bastante personal el cual me daba confianza.

Al finalizar la entrevista, me dijo que si me quería incorporar lo antes posible, respiré aliviada y contesta y le dije que por supuesto que cuando quería que empezara. Y desde el 17 de Diciembre de 2005 hasta la actualidad sigo trabajando en Decathlon.

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